¡Bienvenidas a la edición de Agosto del 2021 de Ezer Equipada! 

El mes pasado hablamos del descanso y de la importancia de reposar en Cristo. Espero que hayan tomado un tiempo para parar, descansar en Su presencia e incorporar esta disciplina en sus rutinas. Se darán cuenta que el boletín de este mes y del mes pasado son más cortos, con el propósito de verdaderamente tomar un descanso para parar y orientar nuestras vidas hacia Cristo y Su voluntad.

Juan 15:5 dice "Ciertamente, yo soy la vid; ustedes son las ramas. Los que permanecen en mí y yo en ellos producirán mucho fruto porque, separados de mí, no pueden hacer nada." Escribí este versículo (que es uno de mis favoritos), en el comedor de nuestra casa para que me ayude a recordar la importancia de permanecer en Cristo (morar, confiar, vivir, mantenerse, buscar) ¡Se me olvida tan rápido esta verdad! Aparte de Jesús no puedo hacer nada, y solamente permaneciendo en Él puedo dar fruto. Al descansar en Él logro permanecer y al permanecer encuentro reposo. Recientemente leí un libro muy bueno (The Hole in our Holiness por Kevin DeYoung) y un artículo (Hosanna Revival Bible Toolkit) que me ayudaron a tener claridad en cómo puedo permanecer en Jesús. Tres puntos que aprendí son:

1) Permanecemos en Cristo a través de la Oración

La oración es un tiempo de comunión con nuestro Creador, nuestro Redentor, nuestro Padre, Amigo y Consolador. Es pasar tiempo con el Dios Todopoderoso, que nos conoce íntimamente, nos ama y quiere una relación con nosotros. Y de esto se trata, de una relación, no de algo más que tengo que hacer o de poner un check en la lista de quehaceres del día. La oración es un regalo que muchas veces se nos olvida. Jesús hizo de la oración una prioridad (Marcos 1:35), le enseñó a Sus discípulos cómo orar (Mateo 6:5-13), se nos ordena a "dedicarnos a la oración" (Colosenses 4:2) y a "nunca dejar de orar" (1 Tes. 5:17).

¿Cómo es su vida de oración? ¿Tiene un tiempo y lugar donde orar? ¿Le da importancia a la oración, orando en todo momento? ¿Las personas que más la conocen podrían decir que usted es una mujer de oración?

2) Permanecemos en Cristo leyendo Su Palabra

La Biblia es la Palabra de Dios, es la autorrevelación de Dios a la humanidad. La Biblia nos dice quiénes somos, nos habla de nuestro pecado y del plan de salvación de Dios en Jesucristo. "Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto. Dios la usa para preparar y capacitar a su pueblo para que haga toda buena obra." (1 Tim. 5:16, 17)

Algunas razones por qué leer la Biblia:

• Descubrirá quién es Dios. 
• Escuchará historias de Su grandeza y Su poder. 
• Descubrirá que Dios es profundamente intencional y específico con cada parte de este mundo.  
• Aprenderá que Su amor por usted arde más que cualquier otro que haya visto o sentido antes.  
• Verá claramente que Él tiene un llamado en su vida y un plan para esta tierra que termina en una hermosa victoria.  
• A medida que lea sobre Dios, estará equipada para articular y compartir el evangelio con otros. 
• A medida que la Escritura llene su alma, podrá usar estas palabras de verdad para confrontar al enemigo cuando hable mentiras en su mente.  
• A medida que lea su Biblia y comience a creer que Dios es quien dice ser, comenzará a poner su confianza en Él de maneras que nunca pensó que lo haría, fortaleciendo su fe día a día y difundiendo el nombre de Jesús en esta tierra.

A veces pierdo el asombro y se me olvida la riqueza y el regalo que se encuentra al leer la Palabra de Dios. ¡Cómo necesitamos recordar! ¿Dedica tiempo todos los días para leer la Biblia? ¿Cuál libro de la Biblia está leyendo en estos momentos y que está aprendiendo acerca de Dios? ¿Tiene un plan de lectura? ¿Qué pasos necesita tomar para hacer de la lectura de la Biblia una disciplina diaria?

3) Permanecemos en Cristo Compartiendo con otros Creyentes

Ya que la Iglesia es el cuerpo de Cristo, no podemos tener comunión o permanecer en Cristo sin la comunidad de creyentes. Dios nos diseñó para vivir en comunidad, y como seguidores de Cristo, debemos desear la comunión con otros cristianos. Deberíamos querer ser animados, enseñados y exhortados cuando sea necesario. Y debemos estar dispuestos y ser capaces de animar, enseñar y exhortar a otros cuando sea necesario. 

Intentar vivir una vida cristiana sin el cuerpo de Cristo es un peligro muy grande para vivir realmente la vida cristiana. Como dijo Kevin DeYoung: "Los cristianos más débiles son los menos vinculados al cuerpo de Cristo. Y cuanto menos involucrados estén, más desconectados estarán los que les siguen. El hombre que intenta el cristianismo sin la iglesia se dispara a sí mismo en el pie, dispara a sus hijos en la pierna, y dispara a sus nietos en el corazón."

No, la iglesia no es perfecta. Sí, la iglesia está llena de personas caídas, plagadas de pecados y propensas a cometer errores como usted y yo. Pero esto no es una excusa para no vivir en comunidad con otros creyentes y ser parte de la Iglesia. ¿Es usted una parte activa de su Iglesia local (sirve, usa sus dones, está involucrada)? ¿Tiene a otros creyentes a su alrededor para compartir su vida (alegrías, miedos, pecados, luchas, preguntas)? ¿Cuál es el siguiente paso que puede dar para vivir en comunidad?

Mi oración es que usted y yo aprendamos a permanecer en Cristo. A descansar en Su presencia, a deleitarnos en quién es Él, a conocerlo a través de Su Palabra y la oración y que tengamos una comunidad auténtica con otros creyentes. ¿Para qué? Para darlo a conocer a todas las naciones. Para proclamar Su Gracia y Verdad a todo el mundo.

Con Cariño,

Nathalie Richard

Permanecer en la vid: una conexión vital

Aviva Nuestros Corazones

"Permanecer comienza con una elección – una decisión consciente. Se basa en la verdad de que la fuente de fortaleza, gracia, consuelo, así como cualquier otra de nuestras necesidades, se encuentra en Cristo."

¿Qué significa "permanecer en Cristo"?

La Coalición por el Evangelio

"En pocas palabras, permanecer en Cristo significa permitir que su Palabra llene nuestras mentes, dirija nuestra voluntad, y transforme nuestros afectos. En otras palabras, ¡nuestra relación con Cristo está íntimamente conectada a lo que hacemos con nuestras Biblias!"