¡Bienvenidas a la edición de mayo del 2021 de Ezer Equipada!

Me encantaría estar sentada junto a usted tomándonos un café, té o un jugo natural (¡como extraño los jugos naturales de nuestros países!) y conversando sobre este tema, la tecnología. La tecnología es un tema tan grande, profundo, denso y hay tanto por hablar que nos tomaría mucho más que un boletín para tratarlo. Pero mi propósito es que este sea el principio de una conversación, que logremos abrir los ojos, reflexionar y examinarnos a nosotras mismas para poder cambiar donde sea necesario. Y quiero ir más allá, quiero que también pensemos en nuestros hijos, nietos, amigos, jóvenes, o personas que tenemos a nuestro alrededor.

Doy gracias por la tecnología ya que puedo comunicarme con mi familia que vive en otro país y no solamente comunicarme, sino verlos, saludarlos cuando los extraño, enviarles una foto, un mensaje y recibir esto de vuelta. Gracias a la tecnología tenemos comunicación con muchas personas alrededor del mundo. También podemos obtener información rápida y buena, por ejemplo, yo necesitaba encontrar un lugar donde lavar mi carro y logré encontrar un lugar a 6 minutos de donde me encontraba con sólo buscar en el internet 'lugares cerca de mi para lavar carros'. O si deseo ver qué hay de almuerzo la próxima semana en la escuela de mis hijos, puedo planear con anticipación cuáles días necesitan almuerzo de casa y cuáles días quieren almorzar lo que la escuela les ofrece. Algo que personalmente me encanta es el GPS, me cuesta muchísimo aprender direcciones, sin esta ayuda yo no sabría llegar a ningún lugar, solamente pongo la dirección y me lleva exactamente al lugar al que quiero ir (la mayoría de las veces)! Así que reconozco las buenas cosas de la tecnología y como esta nos ayuda.

Pero he estado leyendo, escuchando y notando las consecuencias del alto uso de la tecnología, especialmente durante la pandemia. No solamente por nosotras sino también por nuestros hijos, jóvenes y pequeños. ¿Sabe que existe una correlación directa entre el uso de las redes sociales y el rápido crecimiento de la ansiedad y la depresión? Y lo que es aún más aterrador es que mientras escuchaba y leía artículos me di cuenta que los adolescentes pasan un promedio de nueve horas al día en línea! Los adultos miran su celular un promedio de 96 veces al día, cada 10 minutos! Desde que se introdujo el iPhone en el 2007, la ansiedad, ataques de pánico, estrés, búsqueda de afirmación y desórdenes emocionales, sociales y mentales ha aumentado considerablemente.

"La llegada del smartphone ha cambiado radicalmente todos los aspectos de la vida de los adolescentes", escribió Twenge en el Atlantic. Incluso si no estás de acuerdo con la palabra "radicalmente", es difícil negar que ha habido un cambio en la forma en que los adolescentes interactúan (o no) con los demás. ¿Podrían estos cambios estar relacionados con el preocupante aumento de los problemas de salud mental de los adolescentes?" (artículo por Brian Resnick).

Uno de los pastores de nuestra iglesia dijo: "Estamos en una enorme batalla contra la cultura peleando por el corazón, la mente y el alma de los jóvenes" (Matt Williams).

Bueno, tenemos un trabajo y una responsabilidad por hacer en esta área. Empezando con nosotras, siendo honestas con nuestro uso de la tecnología. Informándonos acerca de los daños que nos puede causar y a las personas a nuestro alrededor. Me he dado cuenta que yo misma me excedo en el uso de la tecnología, paso un promedio de 2 horas y media al día usando mi teléfono, y si soy honesta, mucho de este tiempo no es necesario ni edificante, es simplemente hojear el clima, facebook, mensajes, o simplemente ver si tengo un mensaje nuevo. Me pongo a pensar si después de usar mi teléfono para algo, puedo decir: "gracias Dios por estos minutos que acabo de invertir en esto." O si mis hijos me están hablando mientras uso el teléfono, ¿a dónde va mi atención? ¿Hacia ellos o hacia mi teléfono? Dios nos ha llamado a ser mujeres sabias, a usar bien el tiempo (que es un regalo de Dios), a que todo lo que hagamos lo hagamos para Dios (incluyendo el uso de tecnología), y a ser una ayuda correspondiente para las personas que Dios ha puesto a nuestro alrededor.

No puedo decirle cuál es la solución porque cada persona y cada familia es diferente. No puedo decirle que deje de usar su teléfono o que no permita nada de tecnología porque eso no es posible en el 2021! No puedo decirle cuánto tiempo deben de pasar nuestros hijos viendo pantallas o a cuál edad es la mejor para darles su primer teléfono, PERO, lo que sí puedo decirle, es por dónde empezar: orando. Pídale a Dios guía y sabiduría en esta área (Él se la dará). Lea, vea y estudie los recursos que vamos a mencionar abajo para que pueda empezar a hacer el cambio necesario. Hable con amigas, con su esposo, con su familia acerca de este tema, seamos mujeres sabias en esta temporada.

"Si necesitan sabiduría, pídansela a nuestro generoso Dios, y él se la dará; no los reprenderá por pedirla." Santiago 1:5

Con cariño,

Nathalie Richard

La Escritura no tiene mucho que decir sobre la tecnología o el uso que hacemos de ella. Pero sí tiene mucho que decir sobre cómo usamos nuestro tiempo, dónde concentramos nuestra energía, con qué alimentamos nuestra mente y cómo usamos nuestras palabras. La Escritura es formativa: no sólo da forma a nuestros corazones, sino que también dirige nuestras acciones.

Tómese un tiempo para leer estos dos pasajes del Antiguo Testamento. Mientras los lee, reflexione sobre las siguientes preguntas:

1. ¿Qué imágenes utilizan los escritores para captar el vacío cuando recurrimos a todo tipo de cosas en lugar de recurrir a Dios?
2. ¿Qué dicen estos pasajes que es el resultado final cuando buscamos vida en otras cosas que no son Dios?

Jeremías 2:11-13

Es muy fácil para nosotras buscar algo que no sea Dios, aunque nos deje sedientas e insatisfechas.

"Pues mi pueblo ha cometido dos maldades: me ha abandonado a mí —la fuente de agua viva— y ha cavado para sí cisternas rotas ¡que jamás pueden retener el agua!"

Isaías 44:6-20

Isaías describe a dos artesanos que gastan su energía fabricando ídolos que no pueden salvarlos, sin darse cuenta de la inutilidad de sus esfuerzos.

"El pobre iluso se alimenta de cenizas; confía en algo que no puede ayudarlo en absoluto. Sin embargo, no es capaz de preguntarse: Este ídolo que tengo en la mano, ¿no será una mentira?"

Ahora tómese un tiempo para leer estos dos pasajes del Nuevo Testamento. Mientras los lee, reflexione sobre las siguientes preguntas:

1. ¿Cuáles son las instrucciones específicas que se dan? ¿Qué nos permite vivir de esta manera?
2. ¿Cómo cambiaría mi forma de relacionarme con la tecnología y las redes sociales si aplicara estos versículos?

1 Corintios 10:31-33

Este pasaje nos recuerda que nuestra identidad en Cristo debe definir cómo vivimos en relación con Dios y con los demás.

"Así que, sea que coman o beban o cualquier otra cosa que hagan, háganlo todo para la gloria de Dios."

Efesios 4:17-32

Este pasaje muestra cómo nuestra nueva naturaleza en Cristo nos obliga a vivir de forma diferente al mundo, lo que incluye cómo nos relacionamos con el mundo a través de la tecnología.

"Que todo lo que digan sea bueno y útil, a fin de que sus palabras resulten de estímulo para quienes las oigan. No entristezcan al Espíritu Santo de Dios con la forma en que viven. Recuerden que él los identificó como suyos, y así les ha garantizado que serán salvos el día de la redención."

Technology has embedded itself deep in our lives and the constant connectivity takes a toll on us physically, mentally, emotionally, relationally, and spiritually. This talk from our Cultivate women’s leadership conference calls us to establish some limits on our technology use so that we can linger at Jesus’ feet.

“We are crowding out all margin for fellowship and communion with Jesus . . . and we are suffering for it. We are atrophying spiritually. We are turning inward and growing more and more anxious.”

Mentiras acerca de los Medios de Comunicación

Betsy Gómez

Este corto video (y lectura) nos anima a pensar en nuestras motivaciones a la hora de conectarnos en línea.

Le animamos a usar estos inicios de conversación como un medio de auto-reflexión y para la discusión dentro de su comunidad.

Este último año probablemente haya cambiado su forma de interactuar con la tecnología. Algunos de estos cambios son beneficiosos. Otros no lo son. ¿Cómo ha cambiado su uso de la tecnología este año? ¿Qué frutos (buenos o malos) ha producido esto en usted?

Revise sus redes sociales y hágase las siguientes preguntas:

¿Qué comunican mis publicaciones, comentarios, "me gusta", "compartidos" o imágenes sobre lo que valoro? ¿Puedes identificar las motivaciones específicas que hay detrás de lo que publica o de cómo comenta?

¿A quién sigo y cómo me influyen? ¿Qué tipo de personas influyentes le atraen (salud, alimentación, crianza de los hijos, política, teorías de la conspiración, viajes, etc.)?

Mire la aplicación del tiempo en su teléfono. ¿Cuántas horas al día, a la semana o al mes está en su teléfono? Hay plataformas específicas con las que se relaciona más que con otras?

Es tentador pensar que poner ciertas "reglas" para nosotras mismas puede cambiar nuestro comportamiento. Las reglas son útiles, pero también debemos profundizar un poco más. Cuando interactúe con su teléfono, preste atención a:

• Los patrones que pueden darle pistas sobre por qué y cuándo usa el teléfono.

¿Utiliza la tecnología para calmarse cuando se siente ansiosa?

¿Se siente más tentada a mirar su teléfono cuando está cansada, sola y desconectada de los demás?

¿Lo utiliza como una forma de distraerse de emociones grandes o de preguntas profundas?

• Patrones que le dan pistas sobre lo que realmente busca. ¿Qué gana con su tiempo en el teléfono?

¿Es la aprobación y la afirmación de los demás?

¿Es probar un punto o tener la razón?

¿Es llenar un vacío encontrando algo nuevo que comprar?

¿Es un intento de ser relevante?

Nuestro uso de la tecnología ha deformado nuestra capacidad de concentración, de sentir profundamente, de pensar críticamente y de conectar con los demás de forma significativa. Nos demos cuenta o no, nos está afectando. Haga tres columnas en un papel con los siguientes títulos:

• Relación conmigo misma
• Relación con los demás
• Relación con Dios

Ahora haga una lista de las formas en que su uso de la tecnología está impactando cada una de estas áreas.

La Escritura nos advierte que no sólo debemos ser oidores de la Palabra, sino también hacedores de ella. Toda la vida es arrepentimiento. ¿Cuál es el siguiente paso creíble que Dios la llama a dar en respuesta a todo lo que ha aprendido? Escoja uno o dos de los siguientes pasos para dar.

En la sección Conéctese hicimos muchas preguntas para ayudarle a evaluar su compromiso con la tecnología. Ahora es el momento de ponerse a trabajar y hacer una limpieza en su teléfono.

• Desactive las notificaciones: Esto le permite controlar cuándo consume información y contenido. Esto es especialmente importante si tiene un reloj de Apple.
• Cambie su pantalla: Poner su pantalla en blanco y negro cambia la forma en que su cerebro se involucra con la tecnología.
• Vigile su tiempo: Establezca límites de tiempo en su teléfono para ciertas plataformas, y establezca límites para cuánto tiempo usa su teléfono.
• Reduzca el desorden: Elimine las aplicaciones que no utiliza.
• Considere la posibilidad de tener aplicaciones de redes sociales como facebook e instagram sólo en su computadora y no en su teléfono para reducir el número de interacciones.
• Elimine el número de personas influenciables que sigue. Escoja influenciadores que la equipen, la eduquen, la desafíen, la arraiguen en la verdad - ¡y la hagan reír!

Hable con sus hijos, nietos, jóvenes a su alrededor acerca de la tecnología. Ayúdelos a ver los daños de usar la tecnología en cantidades extensas. Si sus hijos son pequeños, usted puede poner límites sobre la cantidad de tecnología consumida por ellos. Si son jóvenes, ore y hable con ellos acerca de posibles cambios. Puede leer y estudiar este boletín con ellos como una herramienta de discipulado.

El ritmo al que consumimos tecnología y las razones por las que acudimos a ella no son exclusivas de esta época en la que vivimos. El corazón humano siempre se ha inclinado hacia la inquietud y ha tenido la tentación de rechazar lo que Dios ofrece en busca de cosas menores. Cuando nuestros corazones están hambrientos, estamos dispuestos a llenarnos de cualquier cosa que nos satisfaga, aunque sea temporal. Buscar en las redes sociales para llenar lo que está vacío en nosotros es como beber agua de una cisterna rota.

• ¿Qué pasos necesita dar para alimentarse de la verdad y las promesas de las Escrituras para que su corazón y su mente puedan ser cautivados por algo más grande que lo que le ofrecen las redes sociales?
• ¿Qué pasos necesita dar para establecer relaciones reales y amistades profundas?

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Catherine Price

Facebook: Las redes sociales y el Evangelio

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